LA EMPATÍA
¿QUE ES LA EMPATÍA?
La Empatía la entendemos como la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Es una respuesta afectiva con la que podemos comprender el estado emocional de la otra persona, lo que está sintiendo en ese preciso momento.
Pero la Empatía es un poco más que esto, ya que está formada por diversas dimensiones: la afectiva, la cognitiva y la perceptual.
1. La dimensión afectiva, es las más básica y con ella nos referimos a asumir el sentimiento del otro. En cierto modo experimentar la emoción que el otro está sintiendo.
2. La dimensión cognitiva, se entiende como la capacidad de comprender lo que está sintiendo el otro. Supone tener pensamientos sobre lo que le pasa a la otra persona.
3. La dimensión perceptiva, es la capacidad de representar mentalmente la situación del otro.
¿PARA QUÉ SIRVE LA EMPATÍA?
La importancia de la empatía radica en que puede convertirse en una herramienta que servirá para desarrollar, mejorar y potenciar la conducta prosocial, es decir, fomentará la capacidad de relacionarnos con los demás de una manera positiva.
Sirve para conectar con los otros, para desarrollar la dimensión social, así que en los niños y niñas cumple una función muy importante ya que un estos momentos surgen las primeras relaciones sociales entre iguales, y puede ser utilizada para ponerse en el lugar de sus compañeros en el colegio, de sus amigos en el parque, o de sus padres o familia en casa.
Los ayudará a sentir y comprender lo que siente los otros, pero no desde una posición de simpatía o antipatía, sino desde una perspectiva de comprensión empática, en la que puede llegar a surgir la solidaridad y la ayuda al otro.
Además la empatía en la infancia puede convertirse en un factor de protección para el niño, ya que por un lado promueve comportamientos de adaptación personal y social y por otro tiene la capacidad de inhibir conductas antisociales.
¿CÓMO DESARROLLAR LA EMPATÍA?
Para desarrollar la empatía debemos tener presente que existen una serie de condiciones que la persona, el niño debe asumir y que harán que adquiera una actitud empática adecuada.
Estas condiciones deben enseñarse de la misma forma en la que se aprende a leer, vestirse o incluso montar en bici…, es decir, necesita de un aprendizaje y de práctica.
Las condiciones (Villegas, 2011) a las que me refiero son: el silencio, la ausencia de prejuicios, el respeto y la contextualización.
1. Silencio: La primera condición, supone escuchar al otro respetando su tiempo y emoción. Requiere mantenernos en silencio por dentro y por fuera. Un silencio que lleva consigo la ausencia de prejuicios. No se trata de pensar mal o bien sobre la situación y como se siente el otro, o sobre lo que le pasa en ese momento, sino simplemente escuchar en total silencio.
3. Respeto: Supone respetar al otro y sus reacciones emocionales, sin intentar cambiar su estado emocional. No decir frases como “no llores”, “no te preocupes”, “no pasa nada”. La emoción que está sintiendo en ese momento le pertenece…
4. Contextualización: Se trata de poner en situación lo que está ocurriéndole a la otra persona, siendo capaces de comprender lo que ese momento ha ocurrido y por qué.
Estas condiciones se desarrollan en la escuela, pero además de en este contexto, es en el entorno familiar, en casa, donde puede potenciarse y crecer de forma más significativa. El hogar es el lugar en el que el niño o niña puede comprobar y experimentar esta habilidad bajo la red de la protección parental.
En el hogar familiar, a través de las situaciones que se generan, del día a día, de cómo nos expresamos y comportamos, podemos encontrar los momentos para favorecer y hablar sobre la empatía, sus características y condiciones.
Pero además, es en casa, en la tranquilidad del hogar donde se puede desarrollar este poder…., a través de una herramienta que conecta de manera adecuada con el niño…, EL CUENTO.
A través del cuento conectaremos con su mundo, entraremos en contacto con su particular forma de sentir, de conocer y comprender lo que le rodea y sus posibilidades.
El cuento favorece hablar de una manera un poco más estructurada con el niño, sirviendo su lectura como herramienta para hablar en su mismo idioma, en este casa para enseñar y desarrollar la Empatía.
A través de éstos, el niño podrá comprender las emociones de la personajes, estudiarlas, aprenderlas y hacerlas suyas.
En clase se ha trabajado la empatía a través de un cuento: “Simbo y el rey hablador” de la autora Begoña Ibarrola y de la editorial SM. En este cuento un camaleón, Simbo, tiene el poder de la empatía y ayuda a un rey a desarrollarla y utilizar de forma adecuada para gobernar su reino.
Otros cuentos, además de este, que podéis utilizar en casa para desarrollar la empatía son:
1. ¿Qué le pasa a Mugan?. Editorial SM. Enlace
2. Me gusta ser amable. Editorial SM. Enlace
3. A veces estoy preocupado. Editorial SM. Enlace
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