DESARROLLO COGNITIVO EN LA ADOLESCENCIA I

 

Desarrollo cognitivo del ser humano | blog_invanep




Lo posible y lo ideal capturan tanto la mente como el sentimiento (H. Ginsburg y Opere, 1979).



Hasta hace poco se pensaba que los cambios producidos en el contexto  cerebral, tanto a nivel funcional como estructural, tenían lugar durante la primera década de la vida, de forma que la arquitectura cerebral estaba definida al llegar la pubertad. Sin embargo, hoy día los trabajos científicos indican que aunque esto sea cierto en muchas dimensiones del cerebro, otras continúan desarrollándose durante la adolescencia. 


Durante esta etapa se produce una “segunda oleada” de cambios cerebrales en el córtex prefrontal que se manifiesta principalmente en una sobreproducción de conexiones neuronales seguida de una “poda” de aquéllas no utilizadas, así como un incremento en el proceso de mielinización que hace más rápida y eficaces esas conexiones. Todos estos cambios en el cortex prefrontal conllevan una activación menos difusa y más eficiente en esta zona durante la realización de tareas cognitivas (Durston et al., 2006), estando estrechamente relacionados con la activación de los procesos y funciones ejecutivas, que son necesarios para que la actividad cognitiva de los adolescentes pueda tener la flexibilidad y eficacia que requiere el pensamiento formal.


Los adolescentes en esta etapa, entran en lo que Piaget consideraba como el más alto nivel del desarrollo cognitivo (las operaciones formales) cuando desarrollan la capacidad de pensamiento abstracto. Este desarrollo, que en general ocurre aproximadamente a los 11 años, proporciona una manera nueva y más flexible de manipular la información. 


Al no estar limitados al aquí y ahora, los jóvenes pueden comprender el tiempo histórico y el espacio extraterreno, pueden integrar lo que aprendieron en el pasado con los desafíos del presente y hacer planes para el futuro. La capacidad para pensar en términos abstractos también tiene implicaciones emocionales. Antes, un niño podía amar a sus padres u odiar a un compañero de clase. Ahora, un adolescente “puede amar la libertad u odiar la explotación”…..


En esta etapa, aparece la capacidad de razonamiento hipotético-deductivo: puede desarrollar una hipótesis y diseñar un experimento para someterla a prueba. Considera todas las hipótesis que puede imaginar y las examina de una en una para eliminar aquellas que son falsas y llevar a la verdadera. El razonamiento hipotético-deductivo le da una herramienta para resolver problemas, desde arreglar el automóvil de la familia hasta construir una teoría política. 


¿Qué produce el cambio al razonamiento formal? Piaget lo atribuía principalmente a una combinación de maduración del cerebro y a la expansión de las oportunidades ambientales. Ambos factores son esenciales. Aunque el desarrollo formal, solo pueden alcanzarlo con la estimulación ambiental apropiada. Volvemos a encontrarnos otra vez aquí con un factor a veces olvidado por la educación, el contexto socioambiental en el que convive el menor. Esta dimensión es particularmente decisiva en la maduración cerebral, ya que la estimulación adecuada durante esta etapa de desarrollo evolutivo provocará que se avance hacia un estadio de mayor capacidad cognitiva, ¿se tiene en cuenta esta variable en la ecuación utilizada en la formación académica? o utilizamos los mismos recursos educativos para todos los alumnos.


Piaget y sus estudios nos descubren cómo los niños avanzan de seres egocéntricos cuyos intereses no se extienden más allá del pezón a convertirse en personas capaces de resolver problemas abstractos e imaginar sociedades ideales. Sin embargo, en algunos sentidos, el pensamiento adolescente parece extrañamente inmaduro. A menudo son groseros con los adultos, tienen problemas para tomar decisiones sobre que vestirán cada día y actúan como si todo el mundo girara en torno suyo.


El psicólogo David Elkind (1984, 1998), indica que tal comportamiento se deriva de los intentos inexpertos de los adolescentes para utilizar el pensamiento de las operaciones formales. Esta nueva manera de pensar, que fundamentalmente transforma el modo en que se ven a sí mismos y a su mundo, es tan poco familiar como la nueva forma de sus cuerpos y a veces se sienten igualmente incómodos utilizándolo. A medida que ponen a prueba sus nuevas habilidades, es posible que en ocasiones se tropiecen, como un niño que está aprendiendo a caminar.


Si tenemos en cuenta el importante papel que la corteza prefrontal tiene como soporte de la función ejecutiva y de la autorregulación (Spear, 2000; Rubia, 2004; Weinberger, Elvevag y Giedd, 2005), es razonable pensar en una relación causal entre estos procesos de desarrollo cerebral y muchos de los comportamientos propios de la adolescencia, como las conductas de asunción de riesgos y de búsqueda de sensaciones. 


Por otra parte, resulta evidente el valor adaptativo que tiene el hecho de que durante la adolescencia se produzca un recorte acusado de conexiones neuronales y que la plasticidad cerebral sea importante durante estos años. Esto implica un modelado casi definitivo del cerebro para adaptarlo a las circunstancias ambientales presentes en esta etapa, que pueden diferir de aquellas que van a acompañar al sujeto a lo largo de la vida adulta (Spear, 2007b).


Estas funciones ejecutivas hacen referencia a una serie de procesos orientados hacia la resolución de situaciones complejas, mediante la formulación de metas, la planificación de los procesos y la regulación de la conducta, la motivación y las emociones (Cabas, González, Mendoza, 2018). Dicho constructo se emplea para referirse a procesos que involucran una intencionalidad en el control de impulsos, la atención del pensamiento y del comportamiento. Está integrada por diferentes dimensiones, como la inhibición, memoria de trabajo, y la flexibilidad. 


Por tanto, cobra importancia, durante esta etapa el desarrollo y la mejora de las diferentes herramientas que están implicadas en las funciones ejecutivas, ya que al mejorar estos constructos, estaremos mejorando la capacidad de desempeñar y llevar a cabo las tareas académicas.


Te propongo, a través de genially una actividad para trabajar en clase la atención, la inhibición de conducta, la memoria y los comportamientos reflexivos. Se trata de una actividad en la que tendrán que memorizar una situación durante un tiempo y a continuación tendrán que responder a una serie de preguntas.


Pincha aquí: ACTIVIDAD SOBRE ATENCIÓN Y MEMORIA






Daniel Grande Jiménez
Técnico del Equipo Municipal de Absentismo Escolar
Delegación de Asuntos Sociales
Excmo. Ayto. de La Línea


              
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