DESARROLLO FÍSICO DE LA ADOLESCENCIA




"Creo que lo que me está sucediendo es tan maravilloso y no solo lo que puedo ver en mi cuerpo, sino todo lo que está ocurriendo en mi interior....." Frank, Anna. Diario de Anna Frank.




El desarrollo evolutivo que transcurre en la adolescencia no es una foto fija, sino que  se trata de una etapa formada por  características muy heterogéneas que dan lugar a una amplia variabilidad en cuanto al desarrollo biológico y psicosocial. 


Es en esta etapa donde tiene lugar un acontecimiento crucial en el ser humano, la pubertad. Considerada como un proceso mediante el cual la persona alcanza la madurez sexual y la capacidad para reproducirse, implicando cambios biológicos espectaculares y el logro de un cuerpo adulto, aunque cada vez con menos vello...


Hasta hace bien poco, por tradición se pensaba que la adolescencia y la pubertad comenzaban al mismo tiempo, cerca de los 13 años. 


En la actualidad las investigaciones consideran que estos cambios asociados a la pubertad, tiene lugar antes de los 10 añosA esa edad los niños y niñas se encuentran en 4º-5º de Primaria (¡muy pequeños, verdad!), lo que puede suponer posibles desajustes a nivel emocional y/o cognitivo. 


Se considera el inicio de la pubertad normal, la aparición de telarquia (inicio del desarrollo de la mama) entre los 8-13 años en las niñas y el aumento del tamaño testicular entre los 9-14 años en los niños.


Si el proceso de desarrollo está muy adelantado o retrasado respecto a sus iguales, el adolescente tiende a menudo a tener dificultades de adaptación y/o baja autoestima; es el ejemplo de una chica de 11 años cuyo cuerpo está desarrollado como una de 15 o el del chico de 14 años con un cuerpo de 10. 


Es un proceso biológico en el que se produce el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, la maduración completa de las gónadas y glándulas suprarrenales, la adquisición del pico de masa óseo-muscular y el momento en el que se logra la talla adulta. 


En la base de todos los cambios que se producen en esta época, existe una complicada activación e interacción de varios sistemas hormonales que previamente han estado inactivos, así como aspectos propios del desarrollo adolescente. 


Las transformaciones que suceden durante la adolescencia son debidas a la interacción entre SNC, hipotálamo, hipófisis, gónadas y suprarrenales con la influencia de factores genéticos y ambientales (factor que siempre está presente pero que pocas veces se toma en cuenta).


Parémonos aquí....., vamos a aparcar por ahora este tema de carácter biológico y nos vamos a centrar por un momento en las dificultades concretas que pueden ocurrir en la adolescencia y que están relacionadas con el desarrollo físico. 


Si preguntáramos a los jóvenes como se encuentran, nueve de cada diez nos diría que se consideran sanos. Sin embargo, muchos adolescentes, en especial las mujeres, informan de frecuentes problemas de salud, como cefaleas, dolores de estómago, nerviosismo y sensación de cansancio, soledad o desánimo. 


Un informe de la de la OMS en los países industrializados, encuentra que los adolescentes de familias con menores recursos económicos informaron de una salud más deficiente y mayor frecuencia de síntomas. Los adolescentes con mayores recursos siguen dietas más sanas y tiene mayor actividad física (Mullan y Currie, 2000).


Vamos a analizar estos problemas específicos de salud relacionados con el desarrollo físico, vamos a hablar de: la aptitud física.


El ejercicio ( o la falta de él) afecta a la salud tanto física como mental, así que la participación frecuente en los deportes mejora la fortaleza y resistencia, reduce la ansiedad y el estrés, aumenta la autoestima, las calificaciones escolares y el bienestar. disminuyendo además, la probabilidad de que los adolescentes participen en conductas de riesgo. 


La actividad física moderada tiene beneficios de salud si se realiza con regularidad por lo menos 30 minutos casi diarios. Llevar un estilo de vida sedentario que continúe hasta la adultez puede dar por resultado un aumento en el riesgo de sobrepeso, cardiopatías, cáncer y diabetes tipo 2, un problema creciente entre niños y adolescentes.


Por desgracia, una tercera parte de los alumnos de educación secundaria y superior no realizan la cantidad recomendada de actividad física.


¿Cómo dinamizar a los adolescente a desarrollar conductas promotoras de actividad física y hábitos saludables?. 


Todos conocemos el gran uso que nuestros alumn@s hacen de la red social Instagram, por ello no podemos dejar pasar la oportunidad de utilizar esta herramienta en el contexto educativo. 


Las investigaciones sobre herramientas educativas apuestan por el uso de estas tecnologías en nuestros centros, por lo que debemos adentrarnos, sin temor, en la utilización y fomento de las nuevas redes sociales, pero esta vez siendo canalizadores y guías del contenido que queremos mostrarles. 


En esta linea os presento una cuenta creada por la compañera de Educación Física: Rocio Pérez Periáñez, linense y profesora en activo en el IES Mar de Poniente.  


En su cuenta de instagram podréis encontrar contenido relacionado con los hábitos de vida saludable, de desarrollo de una calidad de vida óptima y una metodología de fomento de las conductas relacionadas con el ejercicio físico, la nutrición y la vida saludable. 


Su contenido es dinámico y atractivo, ya que utiliza la participación activa del alumnado y el desarrollo de actividades de carácter audiovisual muy sencillo y motivador.


Visitad su canal, pinchad aquí, jóvenessaludables y animad a vuestros alumn@s a seguir dicha cuenta para favorecer en ellos comportamientos, patrones de conducta y hábitos de vida saludable.


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El inicio de la pubertad se relaciona estrechamente con el estado de nutrición. Esta conexión ocurre debido a las señales periféricas que informan del estado nutricional del organismo al cerebro. De tal forma que la obesidad se relaciona con un adelanto puberal y la desnutrición con su retraso. En este sentido la leptina, hormona sintetizada en el tejido adiposo, tiene un papel favorecedor del desarrollo puberal.

El aumento de peso durante el estirón puberal llega suponer alrededor del 50% del peso ideal del adulto. En esta etapa las chicas acumulan mas grasa que los chicos y en estos predomina el crecimiento óseo y muscular, produciéndose al final del crecimiento un cuerpo más magro. 


La adquisición de la masa ósea (MO) que se lleva a cabo durante este hito está determinada por la interacción de factores genéticos, ambientales y hormonales. Cada individuo tiene un potencial genético de desarrollo de la MO que solo se alcanza si los factores ambientales, como la actividad física y la nutrición (con aporte de calcio), son óptimos. 


En los sujetos sanos, la MO crece durante la infancia con un máximo durante la fase de adolescencia inicial y media y se enlentece en la adolescencia tardía, alcanzando el pico de masa ósea al final de la adolescencia. Un adecuado desarrollo óseo es fundamental para evitar la osteoporosis y la osteopenia en edades posteriores de la vida.


Este pico de crecimiento es divergente entre chicas y chicos. Mientras ellas dan el estirón antes de terminar todo el proceso de madurez sexual, y antes de la menarquia ( los 12,5 años de media), los chicos lo dan al final del periodo de maduración sexual.


Durante esta época, se produce un aumento de los diferentes órganos (corazón, pulmones, hígado, bazo, riñones), se ensancha la pelvis en las mujeres y los hombros en los varones, además se produce un aumento de los glóbulos rojos y la hemoglobina en los varones, todo ello debido a la acción de la testosterona.


Hasta hace relativamente poco se pensaba que para la adolescencia inicial el cerebro había logrado ya casi su tamaño adulto, hoy sabemos desde los trabajos Gield (2004) que el cerebro madura de forma intermitente de la parte posterior a la anterior y no completa su maduración hasta los 25-30 años. 


Se ha observado que, las zonas del cerebro adolescente que buscan la recompensa se desarrollan antes que las zonas relacionadas con la planificación y el control emocional (corteza profrontal). Lo cual significa que la experimentación, exploración y asunción de riesgos durante la adolescencia son más de carácter normativo que patológico. 


A diferencia del adulto, que tiene el lóbulo frontal totalmente desarrollado (conexión de la parte emocional con la racional, originando una respuesta adecuada) un adolescente puede dejarse llevar por el primer impulso emocional de ira (amígdala) ante un compañero que le insulta o un profesor que le llama la atención y empezar una discusión, una pelea, o adoptar diferentes conductas de riesgo.


Pero la pubertad tiene en el ser humano una finalidad que va más allá de los cambios físicos, en este sentido los cambios más llamativos tienen lugar en la esfera sexual que culminan con la adquisición de la fertilidad. En esta dimensión la edad cronológica tiene poca correlación con la maduración sexual y el crecimiento puede ser muy variable, siendo el primer signo de desarrollo puberal en las chicas el aumento del botón mamario, que puede iniciarse entre los 8-13 años, junto con un aumento de la velocidad de crecimiento.


Para los varones, la pubertad puede suceder dos años mas tarde y por ello las chicas pueden parecer más maduras físicamente que sus compañeros. El primer signo de desarrollo puberal en ellos es el aumento del volumen testicular, así como el enrojecimiento y rugosidad de la bolsa escrotal que puede empezar entre los 9-14 años.


Después de realizar este viaje a través del desarrollo físico del adolescente vamos a hablar de dos problemas específicos de salud relacionados con el desarrollo físico, en concreto hablaremos brevemente de los problemas de la conducta alimentaria y la necesidad de sueño.


Nutrición y problemas de conducta alimentaria. 


Una buena nutrición es importante para respaldar el crecimiento rápido de los adolescentes. Por desgracia los adolescentes tienden a tener dietas menos sanas, comen menos frutas y verduras y más dulces, chocolates, bebidas carbonatadas y otros alimentos basura como pizza y fritos, que son altos en colesterol, grasa y calorías y bajos en nutrientes. Las deficiencias en calcio, zinc y hierro son comunes a esta edad.


A nivel mundial, la nutrición deficiente es más común en poblaciones de bajos recursos o aisladas, aunque también puede ser resultado de la preocupación por la imagen corporal y el control de peso. Los problemas de la conducta alimentaria, incluyendo la obesidad o sobrepeso, son mas frecuentes en las sociedades industrializadas, donde la comida es abundante y el atractivo se equipara con la delgadez. 



Los adolescentes con sobrepeso tienen una salud más deficiente que sus compañeros y es posible que tengan más limitaciones funcionales, como dificultad para asistir a la escuela, realizar labores domésticas o participar en actividades extenuantes o de cuidado personal. Tienen un mayor riesgo de presentar niveles altos de colesterol, hipertensión y diabetes y tienden a convertirse en adultos obesos y a estar propensos a una variedad de riesgos físicos, sociales y psicológicos (Gortmaker, Must, Perrin, Sobol y Dietz, 1993).


La preocupación por la imagen corporal puede conducir a esfuerzos obsesivos para el control de peso. Este patrón es más común entre las niñas que entre los varones y es menos probable que el problema de peso sea real. 


Debido a que las niñas tienen un aumento normal de grasa corporal durante la pubertad, muchas de ellas, en especial si tienen un desarrollo puberal avanzado, se sienten infelices con su apariencia, lo cual refleja el énfasis cultural en los atributos físicos de las mujeres (Susman y Rogol, 2004). 


La insatisfacción de las niñas con su cuerpo aumenta durante el curso de la adolescencia temprana, en tanto que los varones que están adquiriendo más musculatura, se sienten más satisfechos con su cuerpo (Feingold y Mazella, 1998; Rosenblum y Lewis, 1999; Swarr y Richards, 1996). Para los 15 años, más de la mitad de las niñas de una muestra obtenida en 16 países estaban a dieta o pensaban que deberían estarlo. 


Según un amplio estudio prospectivo de cohortes, las actitudes de los padres y las imágenes de los medios de comunicación representan un papel más importante que las influencias de los pares para alentar las preocupaciones sobre el peso. 


Las chicas que intentan parecerse a los modelos irrealmente delgadas que ven en los medios desarrollan una preocupación excesiva por el peso y pueden tener problemas de conducta alimentaria (Striegel-Moore y Bulik, 2007). Además, tanto las niñas como los varones que creen que la delgadez es importante para sus padres, en especial para el padre, realizan dietas constantes (Field et al., 2001).


A menudo los médicos pasan por alto los problemas con la imagen corporal. La preocupación excesiva por el peso y la imagen corporal pueden ser signos de de anorexia nerviosa o bulimia nerviosa. Ambos trastornos implican patrones anormales de ingesta de alimentos (Harvard Medical School, 2002), como alimentación errática, inanición autoimpuesta o atracones de comida seguidos de vómito autoinducido o usos de laxantes para purgar el sistema. Irónicamente, tales esfuerzos radicales de control de peso pueden dar por resultado un aumento en lugar de una pérdida de peso, debido a que tales prácticas alteran el apetito normal y los patrones metabólicos  (Stice et al., 2005). Esta tipología de trastornos afectan mayoritariamente a las mujeres adolescentes (Striegel-Moore y Bulik, 2007).


Necesidades de sueño.

 

La privación de sueño entre los adolescentes se considera una epidemia (Hansen et al., 2005). En un estudio de la OMS un promedio de 40% de los adolescentes (en su mayoría varones) de 28 países industrializados informaron somnolencia durante las mañanas por lo menos una vez a la semana y un 22% dijo que tenían sueño casi todos los días (Scheidt et al., 2000)


Los adolescentes necesitan tantas o más horas de sueño que cuando eran más jóvenes. Dormir más horas durante los fines de semana no compensa la pérdida de sueño durante la semana. Un patrón de conducta de sueño de dormir tarde y quedarse dormido por la mañana, puede contribuir al insomnio, un problema que a menudo comienza al final de la niñez o en la adolescencia. Las siestas durante el día empeoran el problema.


La privación de sueño puede socavar la motivación y provocar irritabilidad, y es posible que la concentración y el rendimiento escolar sufran sus efectos. Estudios publicados indican que los niños y adolescentes que dormían menos que sus compañeros tuvieron mayor probabilidad de mostrar síntomas de depresión, tener baja autoestima y mostrar conductas irascibles.


El motivo por el que los adolescentes se quedan despiertos hasta tarde puede tener diferentes razones, es posible que necesiten hacer la tarea, que quieran hablar por teléfono con sus amigos o navegar por internet, o que deseen actuar como adultos. Sin embargo, los cambios fisiológicos también son importantes, ya que el horario de secreción de la hormona melatonina es un indicador del momento en que el cerebro está listo para dormir. Después de la pubertad, esta secreción ocurre más tarde en la noche (Carskadon, Acedbo, Richardson, Tate, Seifer, 1997). En consecuencia, los adolescentes necesitan ir más tarde a dormir y se despiertan más tarde que los niños menores. 



Os dejo un podcast para que lo escuchen los alumnos en el aula, en él se introduce a los adolescente a esta etapa.

Pincha el ENLACE para la parte 1.


Pincha el ENLACE para la parte 2.







Daniel Grande Jiménez
Técnico del Equipo Municipal de Absentismo Escolar
Delegación de Asuntos Sociales
Excmo. Ayto. de La Línea


              
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